La programación debe perseguir la obtención de
programas de calidad. Para ello se establece una serie de factores que
determinan la calidad de un programa. Algunos de los factores de calidad más
importantes son los siguientes:
·
Corrección.
Un programa es correcto si hace lo que debe hacer tal y como se estableció en
las fases previas a su desarrollo. Para determinar si un programa hace lo que
debe, es muy importante especificar claramente qué debe hacer el programa antes
de desarrollarlo y, una vez acabado, compararlo con lo que realmente hace.
·
Claridad. Es muy importante que el programa sea lo
más claro y legible posible, para facilitar así su desarrollo y posterior
mantenimiento. Al elaborar un programa se debe intentar que su estructura sea
sencilla y coherente, así como cuidar el estilo en la edición; de esta forma se
ve facilitado el trabajo del programador, tanto en la fase de creación como en
las fases posteriores de corrección de errores, ampliaciones, modificaciones,
etc. Fases que pueden ser realizadas incluso por otro programador, con lo cual
la claridad es aún más necesaria para que otros programadores puedan continuar
el trabajo fácilmente. Algunos programadores llegan incluso a utilizar Arte
ASCII para delimitar secciones de código. Otros, por diversión o para impedir
un análisis cómodo a otros programadores, recurren al uso de código ofuscado.
·
Eficiencia.
Se trata de que el programa, además de realizar aquello para lo que fue creado
(es decir, que sea correcto), lo haga gestionando de la mejor forma posible los
recursos que utiliza. Normalmente, al hablar de eficiencia de un programa, se
suele hacer referencia al tiempo que tarda en realizar la tarea para la que ha
sido creado y a la cantidad de memoria que necesita, pero hay otros recursos
que también pueden ser de consideración al obtener la eficiencia de un
programa, dependiendo de su naturaleza (espacio en disco que utiliza, tráfico
de red que genera, etc.).
·
Portabilidad.
Un programa es portable cuando tiene la capacidad de poder ejecutarse en una
plataforma, ya sea hardware o software, diferente a aquélla en la que se
elaboró. La portabilidad es una característica muy deseable para un programa,
ya que permite, por ejemplo, a un programa que se ha desarrollado para sistemas
GNU/Linux ejecutarse también en la familia de sistemas operativos Windows. Esto
permite que el programa pueda llegar a más usuarios más fácilmente.